¿BICHOS O INSECTOS?

viernes, 29 de junio de 2007

EL CONTROL BIOLOGICO

CARMINIA DICE:
El control biológico se presenta como una alternativa eficaz, esperanzadora y libre de riesgo frente a los numerosos y crecientes problemas derivados del uso de los productos químicos biocidas. El control biológico por definición, consiste en la aplicación de técnicas compatibles con la conservación del Medio Ambiente mediante el uso de los enemigos naturales de las plagas que actuando de un modo natural, controlan el nivel poblacional de las especies plaga sin ocasionar problemas de contaminación ni de residuos.
Dos de los más importantes ejemplos son:
el control de dos plagas de invernadero, la araña amarilla y la mosca blanca de los invernaderos (Dalby, 1984; Hussey y Scopes, 1985; Gear, 1988). El motivo por el que han tenido tanto éxito es que los depredadores pueden ser liberados en un medio controlado dentro del invernadero y por lo tanto no están sujetos a los caprichos del clima y otros factores externos.La araña amarilla es controlada por otro pequeño acaro depredador, Phytoseiulus persimilis. La infección primaria comienza en Agosto - Septiembre cuando las hembras invernantes emergen del suelo y los muros. El ácaro depredador vive solamente sobre el ácaro plaga y puede seguirle el ritmo mientras haya suficiente comida disponible. Sobrevive a temperaturas tan bajas como los 5° C y a niveles de humedad por encima del 50%. El acaro depredador se puede obtener comercialmente, pero una vez introducido es importante manejar tanto la plaga como el depredador y anticipar los ataques.La mosca blanca de los invernaderos puede controlarse eficazmente con un himenóptero calcídido (Encarsia formosa), y con el hongo Cephalosporium, Verticillium lecanii, y el himenóptero parasitoide Terebrantes, aunque solamente la primera especie se utiliza ampliamente como control biológico. El himenóptero calcídido no sobrevive a temperaturas inferiores a los 10° C y no-inverna en invernaderos sin calefacción. Por lo tanto debe importarse, pudiéndose conseguir de proveedores comerciales que crían juntos el parasitoide y la plaga en plantas de tabaco. Se fijan sobre cartulinas secciones de hojas que contienen larvas de mosca blanca, muchas de las cuales han sido parasitadas. Estas cartulinas pueden ser enviadas por correo al agricultor, que las cuelga de las plantas del invernadero. Para tomates y pepinos, el himenóptero puede introducirse mediante tres o cuatro aplicaciones a intervalos quincenales a razón de 30.000 individuos por há, 6 a 8 aplicaciones a intervalos semanales de 15.000ha, tras la primera aparición de la mosca blanca.La efectividad del himenóptero depende de que haya suficiente mosca blanca presente y de que la temperatura sea superior a 18° C. Por debajo de esta temperatura el enemigo natural no puede seguirle el ritmo, aunque esto cambia rápidamente cuando aumenta la temperatura, y a 26° C su velocidad de reproducción será el doble de la de la mosca blanca. Allí donde la mosca blanca constituye un problema anual, pueden introducirse juntos la plaga y el parasitoide antes de que se vean moscas blancas en el invernadero.
De esta manera se establece un equilibrio que mantendrá controlada la plaga desde su inicio. También es importante tener cuidado con el empleo del pelitre y la rotenona, dejando un plazo de tiempo apropiado antes de la introducción del enemigo de la mosca blanca, o éste también se verá afectado.Al aire libre, uno de los controles biológicos mejor conocidos es el Bacillus Thuringiensis, una bacteria que cuenta con varias razas con aplicaciones específicas. Se emplea frecuentemente en horticultura ecológica como un insecticida microbiano selectivo que combate numerosas plagas de lepidópteros, como la oruga de la col, con la ventaja de no afectar significativamente a otros insectos, a diferencia de lo que ocurre con los plaguicidas de origen natural como la rotenona y el pelitre.
Sin embargo, los productos disponibles comercialmente que contienen Bacillus Thuringiensis no son efectivos contra todas las plagas de lepidópteros, como por ejemplo el noctuido de la col. Se están desarrollando nuevos aislados y con el tiempo se podrá disponer de productos comerciales más eficientes, como ya ocurre con una raza (subsp. Tenebrionis) eficaz contra el escarabajo de la patata.El uso generalizado del Bacillus Thuringiensis puede crear problemas en el futuro, producto del desarrollo de orugas resistentes. Otro posible motivo de preocupación son los actuales intentos, mediante la ingeniería genética, de aislar de la bacteria el gen productor de la toxina e incorporarlo directamente al tejido vegetal de cultivos como patatas o coles. Tal como se emplea actualmente, las orugas afectadas no son consumidas, pero si se incorpora genéticamente a un cultivo se ingerirán cantidades considerables de la toxina, y se desconoce el efecto que ello puede tener sobre los seres humanos.Otros ejemplos de control biológico lo constituyen el diminuto himenóptero calcídido Trichogramma, que pone sus huevos (disponibles comercialmente) en el interior de los huevos de plagas como la oruga de la col y el taladro del maíz. También el virus de la granulosis que se está ensayando contra la carpocapsa. Con este último se han llevado a cabo experimentos al aire libre que han tenido éxito en Alemania y Gran Bretaña. La oruga de la carpocapsa muere cinco a diez días después de ingerir el virus. Una nueva área por explorar esta en el empleo de los productos químicos contenidos en el veneno de las arañas para paralizar a las plagas de insectos (Quicke, 1988)En Nueva Zelanda, una bacteria que se encuentra en forma natural (Serratia entomophila) esta siendo utilizada para el control biológico del gusano de la hierba (Costelytra zealandia), que es una de las principales plagas de Nueva Zelanda. La bacteria está presente en condiciones naturales, pero generalmente en cantidad insuficiente. En la actualidad se esta trabajando para obtener preparados comerciales de este producto, que tal vez será el primer control biológico comercialmente disponible originario de Nueva Zelanda.En Australia los científicos han dado un paso más y han desarrollado, mediante ingeniería genética, una cepa de Agrobacterium tumefaciens que está siendo utilizada para el control del tumor del cuello causado por esta misma bacteria. Una cepa benigna de la bacteria produce un antibiótico que ataca a las cepas patógenas, pero se ha eliminado la parte del gen que permite el desarrollo de resistencia al antibiótico.De vez en cuando, las técnicas de control biológico logran cierta notoriedad mediante el empleo de especies "exóticas" que no se encuentran de forma natural en un ecosistema determinado. Un ejemplo actual seria la búsqueda de un control biológico para la plaga de psila que en el sudeste asiático ha devastado extensas superficies del "milagroso" árbol fijador de nitrógeno Leucaena y que se está extendiendo rápidamente hacia la India y África. Una posible opción es un escarabajo del tipo de las mariquitas (Curinus coeruleus) que es el principal enemigo de esta psila en Hawai. Hay que poner mucho cuidado en asegurar que estas especies exóticas no escaparán al control, sobre todo en situaciones donde no hay depredadores naturales. Los errores cometidos en el pasado han servido para que muchos países controlen estrictamente los ensayos con estas especies. Aunque actualmente, existe un riesgo importante, en particular con el uso de organismos manipulados con ingeniería genética, dónde las compañías puedan intentar ensayar estas especies en secreto o en países donde los controles son menos estrictos.

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